La actriz, siempre envuelta en polémicas no parece estar muy contenta con su pasado y, desde que salió la última vez de rehabilitación, parece haber aprendido (algo) de todo lo vivido: relaciones tortuosas, problemas con alcohol, fiestas nocturnas y peleas con su familia son las causantes de tantos males en su vida.
Para empezar a subsanar este tsunami de males, la colorada ha decidido olvidar su apellido. Ya no es Lindsay Lohan, ahora es una nueva y renovada Lindsay a secas.
La madre de la actriz ya ha opinado sobre su nuevo nombre y está de acuerdo con su hija en la elección de la eliminación de su apellido.
Un familiar de Lindsay la escusa de esta manera: “Hay muchos artistas y de los más importantes en el mundo del espectáculo que son conocidos solamente por su primer nombre, como Oprah y Beyoncé. Ahora pueden añadir a Lindsay a la lista. Y esa es la manera de poder empezar de nuevo. Nadie de la familia quiere tener nada que ver con el padre de Lindsay nunca más; incluido su apellido”.
Es más, la protagonista del entuerto ha declarado que de ahora en más, para las cuestiones legales usará el apellido de su mamá, Sullivan.
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